Detrás de los ojos azules

La mayoría de nosotros apenas notamos las cámaras de vigilancia que vigilan la tienda de comestibles o el banco. Pero últimamente esos lentes han estado buscando mucho más que ladrones.





Los ingenieros del Centro de Investigación Almaden de IBM en San José, CA, informan que varios grandes minoristas han implementado sistemas de vigilancia que registran e interpretan los movimientos de los clientes, utilizando software del proyecto de investigación BlueEyes de Almaden. BlueEyes está desarrollando formas para que las computadoras se anticipen a los deseos de los usuarios mediante la recopilación de datos de video sobre el movimiento de los ojos y la expresión facial. Su mirada podría descansar en el encabezado de un sitio web, por ejemplo, y eso haría que su computadora buscara enlaces similares y los llamara en una nueva ventana. Pero el primer uso práctico de la investigación resulta ser espiar a los compradores.

5 patentes a seguir

Esta historia fue parte de nuestro número de mayo de 2001

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El software BlueEyes da sentido a lo que ven las cámaras para responder preguntas clave para los minoristas, que incluyen: ¿Cuántos compradores ignoraron una promoción? ¿Cuántos se detuvieron? ¿Cuánto tiempo se quedaron? ¿Sus rostros mostraban aburrimiento o deleite? ¿Cuántos alcanzaron el artículo y lo pusieron en sus carritos de compras? BlueEyes funciona rastreando el movimiento de la pupila, las cejas y la boca. Al monitorear los alumnos, el sistema utiliza una cámara y dos fuentes de luz infrarroja colocadas dentro de la pantalla del producto. Una fuente de luz está alineada con el enfoque de la cámara; el otro está ligeramente fuera del eje. Cuando el ojo mira a la luz alineada con la cámara, la pupila parece brillante para el sensor y el software registra la atención del cliente.



BlueEyes ha hecho sonar las campanas de advertencia en la Unión Estadounidense de Libertades Civiles. Pronto no solo podrá capturar cuántas personas pasaron, sino quiénes eran, dice Barry Steinhardt, director asociado de la ACLU. Una vez que se establece la identidad, se hará una referencia cruzada para capturar los ingresos y las preferencias de compra de esa persona. Es solo cuestión de tiempo. Como era de esperar, los clientes minoristas de IBM solicitaron unánimemente que la empresa no revelara sus nombres a la prensa o las ubicaciones donde se implementó BlueEyes.

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